Las ayudas a las pymes españolas no incluirán quitas de deuda tras protestas de la banca
Por Belén Carreño y Jesús Aguado
MADRIDReuters) - Los bancos no estarán obligados a proceder con la reestructuración de la deuda con aval del Estado acumulada por las pequeñas y medianas empresas (pymes) españolas durante la crisis de COVID-19, según fuentes gubernamentales y financieras, lo que supone una suavización de la propuesta original.
El presidente del Gobierno socialista, Pedro Sánchez, anunció el 24 de febrero 11.000 millones de euros (13.100 millones de dólares) en ayudas a las pymes, sin dar más detalles. Una fuente del Gobierno dijo entonces a Reuters que el paquete de ayuda incluiría la condonación de la deuda de las empresas viables, y que los bancos asumirían parte de las pérdidas.
Sin embargo, tras dos semanas de complejas negociaciones entre el Gobierno, el banco central y las entidades financieras, la decisión fue que ese reparto de pérdidas sería sólo voluntario para los bancos, aplicado a través de un "código de buenas prácticas" que firmarán todas las entidades, según una fuente gubernamental.
La propuesta original había creado incertidumbre en los bancos, que advirtieron de que eso supondría el riesgo de tener que reclasificar como préstamos dudosos una parte mucho más amplia de sus carteras de créditos y no solo la parte de la quita aplicada a los créditos.
(Información de Jesús Aguado y Belén Carreño; editado por Andrei Khalip, Larry King; traducido por Tomás Cobos)
EXCLUSIVA-Contrataciones económicas de Biden apuntan a infraestructura y énfasis en manufacturas
Por Trevor Hunnicutt
WASHINGTON, 4 mar (Reuters) - La Casa Blanca está integrando especialistas en transporte y manufactura a sus filas de funcionarios de alto rango, mientras el presidente, Joe Biden, se prepara para abogar por un proyecto de ley de infraestructura de Estados Unidos, una de sus principales promesas de campaña.
El Consejo Económico Nacional (NEC) de Biden sumó a la investigadora de desarrollo económico y fabricación del Instituto de Tecnología de Massachusetts, Elisabeth Reynolds, así como a una exadministradora superior de la autoridad de tránsito que sirve al área metropolitana de Boston, Samantha Silverberg, según un funcionario de la Casa Blanca que pidió reserva de su identidad antes de un anuncio oficial.
Se unen a la exadministradora principal de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor, Leandra English, quien ahora es la jefa de personal del NEC.
Las tres funcionarias fueron contratadas recientemente por el brazo de formulación de políticas económicas de la Casa Blanca para servir como asesoras especiales del presidente en sus áreas de especialización. Biden prometió presentar un equipo históricamente diverso y se ha enfrentado a la presión de sus propias filas para cumplir con esa promesa en los primeros días de su administración.
Las incorporaciones se dan al tiempo que la Casa Blanca sienta las bases para su segundo proyecto de ley de gastos, que quiere presentar si se aprueba el proyecto de ley de ayuda COVID-19 de 1,9 billones de dólares en el Congreso este mes. El Senado podría votarlo esta semana.
Mientras tanto, en materia de protección al consumidor, Biden ha recurrido regularmente a funcionarias como English cuyas opiniones están alineadas con la senadora demócrata Elizabeth Warren, quien ha abogado por la vigilancia estricta de la industria financiera a través de la Oficina de Protección Financiera del Consumidor. Los legisladores republicanos consideran en gran medida a la agencia como demasiado poderosa e irresponsable.
Como candidato presidencial, Biden se comprometió a invertir 2 billones de dólares en la construcción de hogares resistentes al clima, cableando ciudades para Internet de banda ancha, alentando la fabricación de automóviles de bajo consumo e instalando estaciones de carga de vehículos eléctricos, entre otros proyectos.
Biden sostuvo que el gasto, pagado con aumentos de impuestos para los ricos y las corporaciones, crearía millones de empleos para una economía que se tambalea por la pandemia del nuevo coronavirus y, al mismo tiempo, reforzará la resistencia del país al cambio climático.
Reynolds ha estudiado temas que incluyen el crecimiento de la base de fabricación nacional. Silverberg lideró el desarrollo de un programa de actualización de tránsito de 8.000 millones de dólares en la Autoridad de Transporte de la Bahía de Massachusetts.
Se espera que Biden y su secretario de transporte, Pete Buttigieg, se reúnan el jueves por la tarde con un grupo bipartidista de legisladores de la Cámara de Representantes sobre infraestructura.
La Casa Blanca no ha especificado qué tan cerca se ajustará su propuesta legislativa a la agenda de "Reconstruir mejor" que Biden propuso como candidato. Su equipo no ha finalizado las decisiones clave sobre el costo final y el contenido del plan, según varias personas familiarizadas con los planes.
El gasto en infraestructura tiene respaldo de ambas partes. Pero los planes de impuestos y gastos de Biden también han provocado un rechazo bipartidista. El expresidente Donald Trump presionó infructuosamente por un importante proyecto de ley de infraestructura durante su mandato, que terminó en enero.
(Reporte de Trevor Hunnicutt; Editado en español por Janisse Huambachano)
Repunta inesperadamente el precio de la vivienda en el Reino Unido -Nationwide
LONDRES, 2 mar (Reuters) - El crecimiento del precio de la vivienda en Reino Unido repuntó inesperadamente el mes pasado, subiendo al 6,9% en términos anuales desde el 6,4% de enero, según dijo el martes la sociedad de préstamos hipotecarios Nationwide.
Solo en febrero, los precios subieron un 0,7%, revirtiendo con creces una caída del 0,2% en enero. Una encuesta de Reuters a economistas había apuntado a una caída del 0,3% en febrero.
(Reporte de Andy Bruce; edición de Michael Holden; traducido por Tomás Cobos)
Gasto del consumidor en EEUU repunta en enero, inflación débil
WASHINGTON, 26 feb (Reuters) - El gasto del consumidor en Estados Unidos se incrementó en su mayor ritmo en siete meses en enero, luego de que el gobierno aumentó al doble la ayuda monetaria por la pandemia a hogares de bajos ingresos y tras el descenso en los casos de COVID-19, lo que llevaría a la economía del país a un crecimiento más acelerado en el primer trimestre.
A pesar del sólido avance del gasto del consumidor reportado el viernes por el Departamento del Comercio, las presiones sobre los precios han estado contenidas.
La inflación es un aspecto observado de cerca por autoridades y los mercados, en medio de la preocupación porque la propuesta de ayuda fiscal adicional del presidente Joe Biden por 1,9 billones de dólares podría causar un sobrecalentamiento de la economía.
El plan, que está siendo considerado por el Congreso de Estados Unidos, se añadiría a un paquete de rescate económico de casi 900.000 millones de dólares aprobado en diciembre pasado. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha tratado de minimizar los temores sobre la inflación, apuntando a tres décadas de precios bajos y estables.
El gasto del consumidor, responsable por más de dos tercios de la actividad económica del país, saltó un 2,4% el mes pasado tras caer un 0,4% en diciembre. Se trató del mayor avance desde junio pasado y puso fin a dos meses seguidos de declives.
El ingreso personal se disparó un 10% en enero, el incremento más robusto desde abril, luego de un alza de 0,6% reportada en diciembre.
Los consumidores compraron vehículos motorizados, bienes recreacionales, alimentos y bebidas. También elevaron el gasto en servicios como alojamientos en hoteles y consumo en restaurantes, además de cuentas médicas.
Economistas consultados por Reuters habían previsto que el gasto del consumidor tuviera un repunte de 2,5% en enero, con una aceleración del ingreso de 9,5%.
Al ser ajustado por la inflación, el gasto del consumidor mostró un incremento de 2% el mes pasado tras bajar un 0,8% en diciembre.
Es posible que el gasto de las personas siga aumentando, aunque las tormentas de invierno en Estados Unidos, que provocaron paralizaciones de actividad en Texas y otras partes densamente pobladas del sur, podrían desacelerar el avance.
Los casos diarios y hospitalizaciones por coronavirus en Estados Unidos bajaron a niveles vistos por última vez antes de las festividades de Acción de Gracias y Navidad, mientras que el ritmo de las vacunaciones se está acelerando.
Con todo, hasta ahora la inflación ha sido benigna. El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), que excluye componentes volátiles como los alimentos y la energía, subió un 0,3% en enero después de registrar un alza similar en diciembre.
En los 12 meses a enero, el denominado índice subyacente PCE se incrementó un 1,5% tras avanzar un 1,4% a diciembre.
En un reporte por separado, la Universidad de Michigan dijo el viernes que la lectura final de su índice de confianza del consumidor aumentó ligeramente a 76,8 en febrero, frente a la lectura previa de 76,2. El consenso del mercado apuntaba a una medición de 76,5 para el segundo mes del año.
(Reporte de Lucia Mutikani. Editado en español por Janisse Huambachano y Marion Giraldo)
Gasto del consumidor en EEUU repunta en enero, inflación débil
WASHINGTON, 26 feb (Reuters) - El gasto del consumidor en Estados Unidos se incrementó en su mayor ritmo en siete meses en enero, luego de que el gobierno aumentó al doble la ayuda monetaria por la pandemia a hogares de bajos ingresos y tras el descenso en los casos de COVID-19, lo que llevaría a la economía del país a un crecimiento más acelerado en el primer trimestre.
A pesar del sólido avance del gasto del consumidor reportado el viernes por el Departamento del Comercio, las presiones sobre los precios han estado contenidas.
La inflación es un aspecto observado de cerca por autoridades y los mercados, en medio de la preocupación porque la propuesta de ayuda fiscal adicional del presidente Joe Biden por 1,9 billones de dólares podría causar un sobrecalentamiento de la economía.
El plan, que está siendo considerado por el Congreso de Estados Unidos, se añadiría a un paquete de rescate económico de casi 900.000 millones de dólares aprobado en diciembre pasado. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha tratado de minimizar los temores sobre la inflación, apuntando a tres décadas de precios bajos y estables.
El gasto del consumidor, responsable por más de dos tercios de la actividad económica del país, saltó un 2,4% el mes pasado tras caer un 0,4% en diciembre. Se trató del mayor avance desde junio pasado y puso fin a dos meses seguidos de declives.
El ingreso personal se disparó un 10% en enero, el incremento más robusto desde abril, luego de un alza de 0,6% reportada en diciembre.
Los consumidores compraron vehículos motorizados, bienes recreacionales, alimentos y bebidas. También elevaron el gasto en servicios como alojamientos en hoteles y consumo en restaurantes, además de cuentas médicas.
Economistas consultados por Reuters habían previsto que el gasto del consumidor tuviera un repunte de 2,5% en enero, con una aceleración del ingreso de 9,5%.
Al ser ajustado por la inflación, el gasto del consumidor mostró un incremento de 2% el mes pasado tras bajar un 0,8% en diciembre.
Es posible que el gasto de las personas siga aumentando, aunque las tormentas de invierno en Estados Unidos, que provocaron paralizaciones de actividad en Texas y otras partes densamente pobladas del sur, podrían desacelerar el avance.
Los casos diarios y hospitalizaciones por coronavirus en Estados Unidos bajaron a niveles vistos por última vez antes de las festividades de Acción de Gracias y Navidad, mientras que el ritmo de las vacunaciones se está acelerando.
Con todo, hasta ahora la inflación ha sido benigna. El índice de precios de gastos de consumo personal (PCE), que excluye componentes volátiles como los alimentos y la energía, subió un 0,3% en enero después de registrar un alza similar en diciembre.
En los 12 meses a enero, el denominado índice subyacente PCE se incrementó un 1,5% tras avanzar un 1,4% a diciembre.
En un reporte por separado, la Universidad de Michigan dijo el viernes que la lectura final de su índice de confianza del consumidor aumentó ligeramente a 76,8 en febrero, frente a la lectura previa de 76,2. El consenso del mercado apuntaba a una medición de 76,5 para el segundo mes del año.
(Reporte de Lucia Mutikani. Editado en español por Janisse Huambachano y Marion Giraldo)
Santander Polonia dice que la conversión de préstamos en divisas supondría pérdida de 947 millones de dólares
VARSOVIA, 23 feb (Reuters) - La filial polaca de Santander estima que convertir todos sus préstamos en divisas en zlotys, según lo propuesto por el regulador del mercado financiero KNF, equivaldría a una pérdida de 3.500 millones de zlotys (947 millones de dólares).
Santander está analizando una propuesta de KNF según la cual los bancos ofrecerían liquidaciones voluntarias a sus clientes, incluida la liquidación retrospectiva de hipotecas en francos suizos como préstamos en zloty.
El banco español dijo que probará posibles acuerdos con sus clientes en la primera mitad de 2021.
Los préstamos en moneda extranjera (también llamados "multidivisa"), y especialmente las hipotecas en francos suizos, siguen siendo un factor de riesgo importante para los bancos polacos, que se enfrentan a un mayor número de demandas por parte de los titulares de hipotecas en francos.
Los prestatarios polacos solicitaron préstamos en francos hace más de una década para aprovechar las bajas tasas de interés suizas, pero luego se enfrentaron a pagos cada vez mayores cuando el zloty se debilitó drásticamente frente al franco.
"Suponiendo que el 100% de los prestatarios actuales opten por convertir sus préstamos como propone el presidente de KNF, la pérdida del Grupo sería del orden de 3.500 millones (zlotys) a nivel consolidado", dijo Santander Bank Polska en su informe anual de 2020, publicado el martes. El banco dijo que el cálculo se hizo a un tipo de cambio de 4,15 zloty por franco.
($ 1 = 3.6958 zlotys)
(Información de Agnieszka Barteczko; edición de Jason Neely, traducido por Tomás Cobos)
Credit Suisse registra un descenso del 22% en su beneficio por gastos legales
Por Brenna Hughes Neghaiwi
ZÚRICH, 18 feb (Reuters) - Credit Suisse anunció el jueves una caída del 22% en el beneficio neto de 2020, ya que un impacto de 757 millones de francos por gastos jurídicos situó al segundo mayor banco suizo en números rojos en los últimos tres meses del año.
El banco registró una pérdida neta de 353 millones de francos suizos (392,79 millones de dólares) en el cuarto trimestre, en comparación con las expectativas de una pérdida de 566 millones de francos en su propia encuesta de 18 analistas.
El sondeo se realizó antes de que el banco resolviera un caso de valores respaldados por hipotecas residenciales por 80 millones de dólares menos de lo que había previsto anteriormente.
"De cara a 2021 y más allá, nuestro objetivo es acelerar aún más el crecimiento en Gestión de Patrimonio y ofrecer rendimientos sostenibles en Banca de Inversión".
Los gestores de patrimonios se han beneficiado en gran medida del incremento de la contratación en los mercados financieros y de la demanda de los clientes de un mayor asesoramiento durante la pandemia de COVID-19, lo que ha ayudado a competidores como UBS Group AG y Julius Baer Gruppe AG a obtener ganancias inesperadas. Sin embargo, Credit Suisse sufrió reveses en su negocio principal el año pasado en todas las regiones excepto en Asia.
Fuera de Asia, sólo el banco de inversión de Credit Suisse logró obtener beneficios en 2020, ya que el aumento de las pérdidas esperadas en los préstamos y el efecto adverso de los tipos de interés negativos y la fortaleza del franco suizo mermaron las ganancias.
Excluyendo las ganancias extraordinarias que favorecieron los resultados en 2019 y lastraron la comparativa de 2020, el banco dijo que habría obtenido una ganancia de beneficios antes de impuestos del 6% durante el ejercicio.
Credit Suisse, con sede en Zúrich, tiene como objetivo un crecimiento anual de las ganancias del 10% en su negocio de gestión de patrimonio durante los próximos tres años.
(Información de Brenna Hughes Neghaiwi; editado por Christopher Cushing; traducido por Tomás Cobos)
El sector turístico portugués retrocede a los niveles de los años 80 debido a la epidemia
LISBOA, 15 feb (Reuters) - El sector turístico de Portugal, que prosperaba anteriormente, registró el año pasado sus peores cifras desde mediados de la década de 1980, ya que la pandemia y los confinamientos aplicados en todo el mundo paralizaron el tráfico aéreo y mantuvieron alejados a los visitantes, según muestran los datos oficiales publicados el lunes.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) señaló que algo menos de 4 millones de turistas extranjeros se alojaron en hoteles de Portugal en 2020, un desplome de casi el 76% desde el récord de 16,4 millones alcanzado en 2019, mientras que el número de pernoctaciones de no residentes cayó un 75% hasta 12,3 millones, el nivel más bajo desde 1984.
Las pernoctaciones de los británicos, uno de los mayores mercados extranjeros del país, cayeron más de un 78% con respecto al año anterior. También hubo una caída masiva en los mercados chino y estadounidense, con un descenso del 82% y del 87% respectivamente.
Los ingresos totales de los hoteles cayeron un 66% en 2020, según el INE, compensados parcialmente por el turismo local.
El Gobierno ha anunciado que está elaborando un paquete de ayudas para el sector que incluye el retraso de los plazos de devolución de préstamos, así como instrumentos de conversión de deuda en capital y subvenciones, después de que la asociación hotelera portuguesa advirtiera de que podrían perderse otros 100.000 puestos de trabajo en 2021 si no se establece un sistema de ayuda específico.
Portugal, un país de poco más de 10 millones de habitantes, salió mejor parado que otras naciones de Europa en la primera oleada de la pandemia, pero 2021 trajo consigo un aumento demoledor de contagios y muertes, lo que llevó a imponer un confinamiento estricto el mes pasado.
El sábado, Portugal amplió la suspensión de los vuelos con Brasil y Reino Unido hasta el primero de marzo, y sólo autorizará los vuelos humanitarios y de repatriación.
(Información de Catarina Demony; editado por Andrei Khalip y Mark Heinrich, traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)