Por Leika Kihara
TOKIO, 19 feb (Reuters) – Los precios al consumo subyacentes en Japón marcaron el sexto mes consecutivo de bajadas anuales en enero, pero el ritmo de las caídas se ralentizó, ofreciendo cierto alivio a los responsables de la política monetaria preocupados por las presiones deflacionistas a las que se enfrenta la economía por la epidemia de coronavirus.
Aun así, la débil demanda interna significa que la prioridad del Banco de Japón será evitar la vuelta a la deflación, a diferencia de otros países como Estados Unidos, donde la inflación ha repuntado recientemente.
Los precios al consumo subyacentes, que incluyen los productos petrolíferos pero excluyen los costes volátiles de los alimentos frescos, cayeron un 0,6% en enero con respecto al año anterior, según mostraron los datos del Gobierno el viernes, en comparación con la previsión media del mercado de una caída del 0,7%.
El retroceso fue menor que el del 1,0% de diciembre, debido en parte a la finalización de la campaña de descuentos del Gobierno “Go To” para los viajes nacionales y al reciente repunte del coste de los combustibles.
Los precios de los bienes duraderos subieron por la fuerte demanda surgida gracias a las medidas contra el coronavirus dirigidas a evitar que los ciudadanos salieran de sus casas, con un aumento del 7,2% en los precios de los aparatos de aire acondicionado y del 12,2% en los de los hornos microondas, según los datos.
El llamado índice de precios al consumo (IPC) subyacente, un indicador más estrecho que elimina el impacto de los costes de la energía además del de los alimentos frescos, subió un 0,1% con respecto al año anterior, después de tres meses consecutivos de bajadas.
(Información de Leika Kihara; editado por Sam Holmes, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)